jueves, marzo 16, 2006

(re) apariciones


Sí, cerveza en copa. Raro, ¿no? Supongo que se acepta como líquido para acompañar a una comida, como el agua o el vino. La cosa es que funciona: la caída es perfecta, limpia, sin exceso de espuma como sucede con un vaso o un ¿shopero? Es todo lo que puedo decir, ya que mi conocimiento de copología se reduce a diferenciar una copa de agua a una de vino…a propósito, parece copa de burdeos.

Mientras caminaba por Lastarria, una calle en donde todos quieren aparentar que es SU calle, que siempre han vivido ahí y por eso son cool; que si te topas con algún famosillo ni siquiera debes comentarlo o mirarlo más allá de lo que miras a cualquier otra persona que no sea un amigo o familiar, porque es normal para los que viven ahí o que así quieren que lo creas, pensaba en lo acelerado que es marzo y lo difícil que es sobrevivir a éste.

Vamos con los ejemplos: regresó mi estimada señorita D desde USA y al parecer tendré que olvidarme del español por un rato and start to practice my brutish english. Bueno, feliz de tenerla de regreso y esperando que me cuente lo increíble que lo pasó por esos raros paisajes viejos. Luego mi hasta estas alturas abuso de señorita X, que gentilmente (y en base a mis para otros horribles obsesiones) ha realizado y trata de resolver mis extrañas solicitudes. Pero en cierta forma creo que se trata de compartir cosas, como cuando recomiendo un grupo, una canción, un libro, o salir a un happy hour, al cine…hasta la breve conversación “sin sentido” que puedes tener por messenger. Todos dedicamos algo de nosotros hacia quienes consideramos importantes, y no se trata de lo que yo te pueda dar y lo que no. Lo mejor de todo es que siempre está la oportunidad para devolver la mano….claro, excepto después de muerto.

También celebro el regreso de la desaparecida señorita P. Hacía bastante ya que no conversábamos y me he dado cuenta que sus convicciones siguen intactas y que su lucidez brilla con más fuerza que hace casi un año de silencio.

Leía un comentario no recuerdo dónde ni de quién ni a propósito qué, de un señor que decía que los blogs eran espacios de personas que tenían la extraña necesidad (¿o necedad?) de contar todo lo que sucedía en sus miserables vidas. Me reí y luego le encontré toda la razón. Más de un blog a tenido que leer para afirmar algo así, y quizás descubrir la miseria de escribir comentarios sobre la miseria. Bueno, nuestra intimidad hace bastante que es motivo de interés público, pero ¿qué intimidad?

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