jueves, febrero 23, 2006

u.f.o.

El mejor momento para planear un libro
es cuando uno está lavando los platos.
Agatha Christie

Recuerdo esta frase mientras trato de hacer algo con el desorden de mi pequeño departamento y escucho de fondo 3rd Pespective de United Future Organization. El desorden, producto de mis visitas, momentáneamente del otro lado de la cordillera; la música, de querer escuchar a Akineton Retard y la casualidad del disco de U.F.O. dentro del mismo CD.

Pero esto comienza más temprano, antes del corte de luz que me enviara a la cama y terminara con algunas interesantes charlas vía msn. Flor hace la sencilla pregunta sobre si encuentro que Creep es una canción triste, a lo que respondo que no. En el momento le dije que independientemente de si la letra o el texto es triste, también está el sonido o música, esto porque ella considera la letra como triste. Sin embargo, no quedé muy conforme con lo que dije y me dio vueltas hasta llegar a mi cama, luego dormir, despertar, hablar por teléfono, comenzar a ordenar y hasta colocar el disco de U.F.O. Entonces recordé la frase que había leído en una Revista Ñ, la cual, gentileza de mi obsesión, me puse inmediatamente a buscar con el consecuente desorden.

Encuentro la revista, escribo la frase y me pongo a pensar nuevamente en la tristeza. Antes, mientras comenzaba con el orden, escuche un disco de Radiohead en vivo y re-descubrí Music Exit –una canción muy de mi gusto: comienzo lento, simple, y luego el desborde- y tampoco creo que sea una canción triste, más bien que puede provocar tristeza. Entonces, trato de pensar en que podría considerar triste y se me ocurre Joy Division, pero en realidad estoy demasiado contaminado con la historia de Ian Curtis y los descarto. Pienso de nuevo y recuerdo Starless de King Crimson...me cansé de pensar.

¿Pero cuál es la relación entre lo que dice Agatha Christie y todo esto? Es precisamente cuando estas haciendo algo como lavar platos, ordenar cosas o limpiar, en fin, actividades que son meramente rutinarias cuando extrañamente te pones a pensar como loco y como que todo fluye de una extraña forma. No es que piense escribir un libro o sienta que lo pueda hacer, pero creo que se refería más al instante que a lo que podías planear; a como se aprovechan tus ideas o pensamientos de ti y te toman por asalto. Ella escribía libros, claro.

Sobre U.F.O. solo queda decir que me parece un disco entretenido, con esa onda francesa y el toque de acid jazz muy cool. Es un disco viejo (1997) y distinto al último que conozco (Bon Voyage - 2001), pero no deja de sentirse como parte de la atmósfera cool que nos ataca en estos días. No se si sea bueno, pero estoy esperando escuchar una de sus canciones en algún programa de tv…como sucedió con Combustible Edison. Terrible.

lunes, febrero 20, 2006

otra de baños...



"No sé porqué lo hago, pero me parece divertido...el del reflejo es mi pantalón"
(Todo el rato escuchando a Vedder y la fuerza de esa garganta)

viernes, febrero 17, 2006

otra vez...

Noche negativa

morrison

Suena de fondo LA Woman y trato de recordar porque cuando la vi en la maquinita esa me dio y me dio por querer escuchar por quizás querer recordar algo de quizás que época (época suena a como si estuviera en una cama rodeado de nietos atentamente escuchando la historia del abuelo que se está muriendo pero que no deja de contar historias que de alguna forma a ellos entretiene) algo que necesitaba como la droga que necesitas inyectarte o inhalar o fumar o tomar o adorar o cantar o mirar o recordar y como adicto que eres lo haces de una buena vez no pensándolo por más de dos segundos y ahí estas sintiendo esa tonelada de cosas y pensando porque lo hiciste o que era lo que querías que quizás era solo esa sensación sin nombre sin imágenes claras media abstracta (que es lo que diría un psicoanalista o uno de esos señores) y que te provoca esa sensación que te lleva a escribir esto, por ejemplo.

Ya suenan otras canciones pero aun no puedo recordar porque quise escuchar LA Woman.  Quizás era la decadencia del último Morrison lo que quería recordar y sonreír porque esa especie de cristo pop star siempre te divirtió y a pesar de todo era muy humano y estaba gordo y era más bien un oso con ganas de partir porque ya no quedaba nada en este mundo que él quisiera hacer beber o tragar o inyectarse o inhalar o lo que sea y era un oso bebiendo y aburrido de hacerlo y queriendo morir…todo el rato.  Quizás eso es lo que buscaba.

Ahora suena De hacerse se va a hacer…esa es otra larga historia que ya me contaré.

miércoles, febrero 15, 2006

viernes, febrero 10, 2006

despedidas


Ayer rompí mi racha de dos años sin ir al Liguria, por culpa de la amistad. Son las inconsecuencias de la consecuencia de ir por la vida haciendo buenas amistades y, por sobretodo, querer conservarlas. No es por contracto o por negocios -aunque quizás lo sea- porque la moneda de cambio no es material…bueno, de vez en cuando no es malo hacer algún regalo o alguna concesión como la hecha ayer. Lo positivo es que la cerveza Kross está cada vez más accesible…ojalá terminen pronto la nueva fábrica.

Y así se van desarmando esas pequeñas convicciones (sí, muy pequeñas) y al parecer me estaría quedando solo una: nunca haber comido en McDonald’s. Cada vez que me piden explicar porque no lo hago, termino improvisando, porque no hay un “gran” argumento; no hay ideología o reportes científicos o whatever. Sería mucho más simple decir que odio a Ronald, el payaso más imbécil del que tenga recuerdos, y que es tanto el odio que lo que se relacione con él lo voy a rechazar sin concursos ni sorteos. ¡Que se joda Ronald McDonald!

Luego partimos a buscar música en vivo. Oasis versión chilena no fue aceptada, porque eso de escuchar coversssss…así que a buscar jazz a Bellavista, pero…demasiado tarde. Y como Bellavista no es más que El Perseguidor, Thelonious y dos o tres restoranes más, emprendimos la retirada. Terminamos en un desierto Café Escondido, en un acto que los psi llamarían “cierre”. Me gusta más la palabra despedida.

Final, vaso vacío, abrazos, besos y un hasta pronto bastante tristón. Eso pasa por tener amigos no desechables. Caminé a mi cama luego de un mes y algo de abandono, y pensaba en la diferencia entre un momento y un instante.

De vuelta a Parque Forestal.

jueves, febrero 09, 2006

ecologismo a domicilio



Ayer me encontré este “burrito”, víctima de una trampa de caramelo. Estaba un tanto lelo, y pese a que logré retirar gran parte del caramelo, no modificó demasiado su extraño caminar. Fue el minuto Greenpeace, y dudo del final feliz.

miércoles, febrero 08, 2006

345


Todavía no me subo a una de las verdes.

maldita tv

Un hombre debería ser feliz cada vez que aparece un bikini en la pantalla, porque es el bikini lo que aparece y no otra cosa. Lo mismo sucede si es un desfile de ropa interior, faldas cortas (muy cortas) o algo que implique economía de algún tipo de tela; el punto es que no es la modelo la que lleva puesto tal o cual cosa, sino que es un bikini en una modelo.  Sutil diferencia, pero nunca menor.  Quizás al hacerlo así olvidamos que es una persona que está prácticamente desnuda en pantalla desapareciendo el sentido original de dichas “prendas”.  No vas en bikini a comprar el pan.

Pero un hombre debería ser feliz cada vez que aparece un bikini en la cajita, porque al hombre le gusta mirar, especialmente bikinis en la cajita, y al parecer, son hombres los que ven televisión todo el día, porque bikinis hay todo el día en televisión.  Me imagino a un piloto de avión con su pequeño televisor encendido en algún lugar de su tablero de mando.

Bikinis everywhere.  Recordaba Bikini Bandits, una de esas extrañas películas que te hacen pensar sobre qué es más efectivo: ¿un arma o un bikini? La combinación es una bomba.  Ahora, extrañamente, la mayoría de los (nótese el “los”) guardias son hombres…mmmmmm este verano esta masacrando mis neuronas.

Falta poco para la no-tv…

martes, febrero 07, 2006

the longboard incident




De cómo un lomo de toro se puede cruzar en tu camino.

transportes

Tomo micro donde siempre.  Esta vez me tomó casi treinta minutos porque los imbéciles pasaban a mil por la segunda pista.  Increíble pero solo amarillas a donde voy y una de las verdes, la que pasa cada cinco años y mi paciencia no da para tanto.  En fin, quedan días para regresar a mi pequeño hoyo en Parque Forestal y reconciliarme con mis queridos libros, con el proveedor de diarios, con mis vecinas que no saludo (un día no reconocí a una y al parecer eso les molestó…sí, les molestó, porque se pusieron de acuerdo y arrendaron dos de los departamentos que hay en mi piso; a la tercera nunca la he visto) y con toda la onda barrio…un tanto Made in Taiwan, pero que va.

Pagado el pasaje y ante el no saludo del conductor (hace dos días atrás uno sonrió y dijo buenas tardes…estuve a punto de llorar), me dirijo a uno de los pocos asientos, con alguna dificultad porque malditamente es uno de esos microbuses con escasos puntos de apoyo (fierros), a menos que me transforme en simio y me cuelgue de las barras superiores.  Me siento y el sol que da de lleno.  Escucho a Vedder gritar I'll do what I want but irresponsibly y pienso que mi conciencia ecológica hace mucho que duerme…pero no todo está perdido mientras hayan micreros que te saluden.

El camino es el de siempre y nada varía, excepto el sol que me tiene podrido.  Pero habiendo buena música puedes dejarlo pasar y concentrarte en alguna extraña idea.  Me gustaría poder escribir las cosas que piensas en algún trayecto de metro, de micro o las noches de taxi.  No soy bueno para conversar con taxistas, pero si quieren hacerlo soy un excelente anfitrión; un(a) micro es como vitrinear las calles; el metro es algo muy extraño.

Ningún rastro del cuádruple choque del domingo y me quedan dos semáforos para levantarme, tocar el timbre y bajarme.  Antes pienso en el super pero, a menos que quiera cerveza, no vale la pena.  Me bajo, cruzo las dos calles y camino.  Nadie en las calles, que es lo usual, el pasto sin cortar y las llaves del bolsillo a la mano, de la mano a la chapa.  Luego, a esperar que el día termine.

lunes, febrero 06, 2006

oreja diversa


Asegurando la futura y breve felicidad.

breves

Comienza todo con el primer tecleo. La hoja en blanco manchada y lo inevitable de continuar. La duración no depende de la cantidad de palabras escritas; pueden ser hojas y hojas manchadas y tan sólo decir una cosa.

Esta la comida china que me hace beber prácticamente un litro de agua, mientras observo como el libro que compré hoy en la tarde me pide a gritos que lo lea…bueno, no es el libro…y escucho la palabra bravery y no la entiendo.

Claro, no es el libro, porque alucinar no es lo mío. Sí lo es la adicción a ciertas cosas…o palabras. Droga es solo una palabra.

Esta la serie cínica, insensible para los sensibles; relativista; nihilista, pero finamente conservadora para cierto gusto. Polos y más polos; opuestos; contradicciones. El punto es que no deja de sorprender…claro, podría no hacerlo y de vuelta a lo mismo.

Y luego comienza a molestar el blanco de la página. Es necesario seguir manchando no diciendo absolutamente nada, solo manchas y manchas. Palabras como manchas, caracteres como manchas, letras y manchas. Escribir es manchar, ensuciar.

Esta el recuerdo de un juego de chico: repetir una palabra hasta dudar si está pronunciada correctamente. ¿La repetición como duda? Funcionaba, y en grupo tenía un efecto increíble.

Una droga no es una adicción; una adicción es una droga.

Esta el grupo punk. Es demasiada paranoia gritan, porque hay que tener una razón. Siempre hay que tenerla.

Luego Bodies [fucking bloody mess], i’m not an animal. De todas maneras lo british la lleva. Siempre por delante de sus cachorros estadounidenses. El punk lo inventaron ellos y ni hablar del pop. Claro, dirán que el rock no, pero siempre lo ha podido mejorar o aceptar aquello que los cachorros rechazan para luego devolvérselos más impuestos y una feroz patada en la raja…conservadores pero no estúpidos.

Otro recuerdo: aquel actor en aquel café de estética retro hablando de sus esperanzas en la nueva serie a la que había sido llamado. Y luego está el éxito y el llamado a cuanta novela se hizo…el renacer de un postergado sería un título demasiado cursi.

Todos tenemos un jean favorito y hoy el mío duró exactamente quince minutos. Todavía no descubro con qué lo manché.

Esta esto que no tiene final y que podría continuar hasta el cansancio o infinito o el deseo de seguir escribiendo y puntuando y diciendo cosas que en realidad sólo sé que se escriben o quieren llenar este blanco vacío y silencioso. Y podría seguir y seguir y seguir y seguir y seguir…

viernes, febrero 03, 2006

encuentros


Nunca, pero nunca se deja de aprender y conocer personas interesantes. Lo mejor es que pueden ser personas que ni siquiera conoces personalmente, o sea, de beso en la mejilla, de dar la mano, de abrazo y esas cosas. Nada de nada. Aparecen mágicamente y te dan ganas de seguir, de escuchar y de aprender. Puedes compartir y disfrutar de a dos aquellos temas que ambos consideramos importantes, como la música, por ejemplo.

Y eso pasó. Conocí a una chica con increíbles referentes musicales que alegró bastante a mi oreja. Divertida, de interesantes teorías y de un universo muy atractivo. Mucha gravedad. Bien porque sucedan estas cosas…más bien, estos encuentros.

Continúa el caluroso verano…

miércoles, febrero 01, 2006