miércoles, mayo 24, 2006

hormigas II

No era a mí a quien miraban.  Nunca fui su objetivo y ciertamente fue la paranoia la que lo pensó.  Sospecho que miraban a la señora que estaba a mi espalda con un pastel en su mano.  Simples sospechas.

Faltan dos estaciones para bajarme y las contorsiones para evitar la contaminación ya comienzan a despertar sospechas.  Ya veo hormigas subiendo por la chaqueta del señor que está a mi lado y la chica se lleva con mayor frecuencia la mano a la boca.  Mirar hacia abajo no es una buena señal y, por más que trate de disimular, siempre hay alguien que te puede ver.  Finalmente sigue siendo el problema el que te descubran.

Las hormigas siguen saliendo, pero felizmente el señor se acomoda como anunciando su salida en la próxima parada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hasta donde se, las hormigas forman parte de la dieta de varios pueblos...