viernes, abril 27, 2007

rejas

"Tal vez sean las rejas", comentaba el señor cuya misión es desorientar.

Repetí todo el camino de regreso aquella frase, no por miedo a olvidarla, sino interrogándola; buscando en ella la respuesta.

"Hemos llegado, señor". Los pies sobre la tierra nuevamente y comienza el recorrido de rutina, pero con la frase apareciendo en todo lo que observaba.

De regreso en la oficina esperé fríamente la llamada que nunca llegaría. Tampoco he de saber las razones porque quien la haría simplemente desapareció. Aquello no me sorprendió.

Sin embargo olvidé un detalle: un desconocido me entregó un libro que aun no he revisado y que perdí en mi bolso.

El tiempo devora mi tiempo, y esto se expande.

2 comentarios:

damiatron dijo...

naij!!!

mi otro yo dijo...

Qué triste que las casas esten asi.

Y no creo que hayan sido las rejas.

Saludos