lunes, abril 02, 2007
dulce cafeína
Recuerdo aquellos tiempos en que nuestra oficina contaba con una bendita cafetera express...
Recuerdo las cincos tazas de café diarias...
Recuerdo lo bien que todo funcionaba gracias a esa bendita cafetera express...
Recuerdo el aroma de nuestra oficina y la taza siempre humeante...
Recuerdo que almorzar se transformaba en una excusa para la siguiente taza de café...
...y ésta, para salir a buscar un chocolate con que acompañarlo.
Recuerdo que fue y que ya no es.
...y no son cosas de la imaginación.
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2 comentarios:
es horrible cierto... estoy tratando de dejar de fumar...y es imposible.
Me declaro adicta a la cafeína..hay aficiones más dañinas.
Un beso.
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