viernes, abril 13, 2007

cuenta siniestra


Resulta que todo fue un engaño; ellos me engañaron.

Cómo ocurrió hoy no lo quiero pensar, tal vez imaginar, porque era imposible.

Hoy era uno, y de no ser por esa sensación de estar siendo observado no estaría escribiendo esto.

Solitario en mi escritorio y en el piso -porque el resto se dispersó en sus extrañas y atípicas rutinas geográficas- nuevamente, y en breves movimientos, traté de atrapar al animalejo invasor...en la fotografía nuevamente aparece una mancha.

Pero el engaño no estaba en verlos.

El engaño estaba en la situación.

La próxima vez le diré que no vuelva, que ya descubrí su truco, y así seguiré trabajando tranquilo.

4 comentarios:

... dijo...

Aplaudo la firmeza con la que te manejas en este asunto tan complejo.
Cuesta mucho entender la pérdida de la inocencia de los pajaritos y es por eso que estoy por abrir un centro de apoyo a las víctimas de engaños avícolas; me encantaría contar con tu presencia.
En las reuniones se servirá café con mijo para hacer más llevadero el asunto.
Saludos,
V.

Alejandro Yáñez dijo...

Absolutamente.

De antemano cuenta con mi apoyo y presencia. Es un asunto cuyo verdadero desenlace o magnitud aun es desconocido para mentes tan poco pájaras.

Saludos

PD: excelente idea la del café y mijo.

Anónimo dijo...

cof cof...tay cagao...

damiatron dijo...

cof cof... pare´ fuma´.