No es lo mismo ser chaquetero a ser crítico. Lo primero supone que lo chaqueteado es ‘bueno’, pero la envidia es más fuerte. Para lo segundo, se cumplen ciertos requisitos que le dan a lo criticado el piso mínimo de calidad y la atención.
El chaqueteo es de origen burdo y popular; la crítica sigue ciertas normas académicas, científicas o, finalmente, institucionales.
Solo los que utilizan o saben del chaqueteo deben corregir cada vez que utilizan el concepto de crítica, poniéndole apellido: constructiva. Porque la crítica no es ni destructiva ni constructiva, pero la sensibilidad inepta puede más y se debe recurrir a estas estúpidas justificaciones…o correcciones.
No es mejor la crítica que el chaqueteo, pero puestos en la balanza, queda claro el carácter peyorativo del segundo, y por ende, es simple basureo.
Esto lo escribo porque fui uno de los que leyeron a Pastor Mellado el domingo y estuvo de acuerdo con lo que leyó. Porque una cosa es la plástica y otra la poesía, y otra es la ‘poesía-plástica’. Para lo último pienso en Joan Brossa.
Y soy fan de Nicanor, pero hay que reconocer lo pobre de sus objetos (no de sus palabras, aunque a veces repite). Como artista visual: nada.
Más triste es la defensa de su hija: kakadémico. Bueno, entonces ¿por qué un museo? Mejor en
Lo burdo no acepta la crítica porque no la entiende: la encuentra aristócrata, elitista y un sinfín de…peyorativos. La crítica trata de fundamentar y entender lo burdo, inclusive lo transforma en objeto de arte. Lo burdo es represivo; la crítica expansiva (¿o progre?).
Si un burdo viese la obra de Brossa, diría: “este loco le copió al nica”, y se acabó el diálogo. Confróntelo con datos históricos o diferencias estéticas y le dirá: “no importa, prefiero al nica porque es shileno”. Final absoluto. Siguiente etapa: los combos.
Si un crítico viese a Brossa, no pensaría en quién copió a quién (es más, no importa), sino que lo tomaría en su singularidad, más un breve recorrido histórico buscando similitudes y diferencias hasta determinar la importancia de su trabajo.
Viejo, pero sabio: ‘no le pidan peras al olmo’.
2 comentarios:
En el pais de los ciegos....
Lo he leido... y es complejo cuando el argumento es bueno, no importa de quien provenga, puede ser un canuto o un islam... La cosa de los objetos hechos arte es como el tema de los gadgets, y en eso Parra lamentablemente no es mu-gueno, siempre es mejor "lo que dice" que el signo que se anula a si mismo "estando presente"... voy y vuelvo?... esa es una excepción...
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