Un mandarín estaba enamorado de una cortesana. "Seré tuya, dijo ella, cuando hayas pasado cien noches esperándome sentado sobre un banco, en mi jardín, bajo mi ventana." Pero, en la nonagesimonovena noche, el mandarín se levanta, toma su banco bajo el brazo y se va.
Barthes, Roland. "Fragmentos de un discurso amoroso", página 126.
4 comentarios:
"Se lo pido tiempo y espacio. La quiero y eso no va a cambiar"
Suena parecido.. Tomé mi banco, esperé (acá ni siquiera me dijieron en cuantos días consistía la espera) y al día 99 no pasó nada.Obviamente tomé el banco bajo el brazo y me fuí.
And God save the Queen, 'cos she dies..
when you gotta go... you gotta go man!!...
impacientes..jejeje
Como despertando de un sueño raro, he vuelto. Desde dónde y hacia dónde eso se está por ver..
Pero y Usted? que pasa con su blog? o es Usted quien toma su banco bajo el brazo y se va de la bloggosfera?
Publicar un comentario