martes, junio 12, 2007

el inicio de un mal cuento


Tres botellas en el piso, dos copas rotas, un pequeño charco de sangre y alguna palabra sinsentido era lo que quedaba en el departamento. Nunca supo como comenzó, pero vivía la certeza del final. Más bien, tenía la esperanza de que aquello fuese el final, porque el escenario le provocaba pánico.

Cinco pasos más allá, en un costado de la cama, estaba ella. Aún respiraba y a pesar de su aspecto de cadáver resucitado, se veía bien. A ratos lo miraba y trataba de sonreír. No entendía el porque del gesto estando aquel cuerpo lleno de sangre. Pensó que era su forma de decir “bueno, seguimos vivos”.

Luego de pararse, y como si se tratase de un instinto, fue directo a la puerta. Al tratar de abrirla descubrió que estaba cerrada por dentro. Las ventanas también.

No existían más salidas, tampoco entradas.

1 comentario:

damiatron dijo...

De qué eran las botellas???